abril 12, 2011

Raros

raro, ra.

(Del lat. rarus).

1. adj. Que se comporta de un modo inhabitual.

6. adj. Dicho principalmente de un gas enrarecido: Que tiene poca densidad y consistencia.



Desde niña he sido consciente de mi rareza. No como algo especial o sobresaliente-después de todo, no existe alma que no sea rara y especial- sino como algo característico. Nada para sentirse orgulloso, ni culpable, ni triste, ni arrepentido. Tan solo un dato, como si alguien me hubiese dado una boleta al nacer, algo así como un comprobante. Un dato frío y calculado que a veces usaba a mi favor y otras veces guardaba tras mi pelo, como estoy segura que hacen casi todos los niños que son raros.
Ser raro no es malo ni bueno, solo te hace parte de la norma y el promedio. Todos nos comportamos de manera poco habitual, porque todos somos distintos y porque este mundo está tan lleno de mierda que apenas nos da el amor suficiente para vivir. Quién no tiene una costumbre rara, digo yo, como oler su almohada antes de acostarse, leer los libros sólo dos veces, comer con cuchillos distintos para el pescado, la carne y la mantequilla, tocarse la guatita para sentirse acompañado, decorarse las uñas de los pies, sentarse en el baño a estudiar, comer zanahoria con yoghurt, inflar globos para sentirse mareado, reventar globos para sentir adrenalina, guardar las etiquetas y las cajas de los zapatos, juntar los dedos gordos de los pies, masticar plástico, comer papel, arrugar los boletos de micro, coleecionar los boletos de micro, lavarse los dientes antes y después de cada comida, comer té con pan, darse besos en el espejo, como comer pan tostado con azúcar, como disfrutar echándole sal a un caracol y ver su jugosa muerte, como espantar a las palomas y hacerle "chu" a los perros, como dormir con la luz prendida y la puerta abierta, o con la ventana abierta, o con un árbol en el velador, como soñar con la propia muerte, o soñar con la muerte de Dios y los ángeles, como rezar y entrar en trance o como ser ateo; cosas raras como aguantar la respiración por gusto, como dar besos a desconocidos, sonreírle a pequeños que no conoces, tenerle miedo a los querubines y a los fantasmas, pensar que el mundo tiene "un secreto", creer que el mundo es infinito (quizás saberlo) y tratar de no pensar en ello para no sentirse insignificante, jugar videojuegos sabiendo que afuera hace un día precioso, pagar en cuotas para no sentir tanto el precio, querer aalguien que no te quiere, o peor, querer a alguien que te trata mal, o querer a alguien y tratarlo mal, mezclar todos los colores de la plasticina, armar rompecabezas para luego desarmarlos,bajar música sabiendo que infecta tu computador con virus y spyware, fumar sabiendo quele hace daño también a los que no fuman, estudiar algo sólo por"tener una profesión", decir que todos los políticos son mentirosos y chantas yaún así participar en la política, hacer dietas con comerciales, correr bajo la lluvia pensando que te vas a mojar menos, amar a tus mascotas como si fuesen tus propios hijos ... en fin, esas rarezas y un montón más que hay para elegir.

Como dije, sé que soy rara y lo acepto. El problema es que a veces me siento como si fuera un gas, como si mi cuerpo no existiera. Pareciera que voy a salir volando en mi inconsistencia. A veces voy caminando y mi mundo se vuelve una foto: de esas con mala resolución, de las que salen pixeleadas. Veo y escucho tan al mismo tiempo que no puedo diferenciar que es sonido y que color. Entonces, por un momento pienso que mi mundo va a explotar en pedacitos de personas y momentos... cuando estoy así como infladita de esa vida que se resiste a llegar (o que me resisto a recibir), cuando estoy a punto, ¡pum!, alguien me mira a los ojos con sus propios ojos filudos y me desinflo, me derrito como un chocolate al sol.

¿A alguien le ha pasado?

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