Siempre me he jactado de no tener pelos en la lengua, de ser honesta con lo que digo y no filtrar mis opiniones. Por lo mismo no he dudado en describir a alguien con un calificativo negativo, cuando ese alguien resulta ser verdaderamente aquello que describo. Pero así como doy mi opinion sin filtro sobre los demás (si lo encuentro necesario), tengo que dar mi opinión acerca de mí mimsma con la misma severidad. Me corrijo, con mayor severidad.
Y bueno, ya que no puedo dar opioniones negativas acerca de mí misma frente a alguien con la misma honestidad (porque claramente la gente no va a querer hacerme "sentir mal", o en su defecto, que yo misma me haga "sentir mal"), tengo al menos este espacio para decirme a mí misma, con la severidad y crueldad que me caracteriza, que soy una pobre tonta que no debería gastar el precioso aire de este mundo.
Así es la vida, así es la democracia, así es la inmensa mayoría.
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