noviembre 04, 2010

Vacaciones

Arrodillado y mirando hacia el cielo, el niño rogó con su alma y espíritu, como lo hacía todos los años:
-Diosito, Diosito, por favor, lo único que te pido es paz mundial y mucho amor-.
Al cabo de unos minutos, en sus manos apareció una pluma blanca, que leía: "Lo sentimos, servicio colapsado. Por favor intente más tarde."

- Mierda- dijo el pobrecillo, poniéndose de pie con el ánimo derrotado.- tiene que ser por los curitas que confiesan y confiesan, y la gente que pide nada y vuelve a pedirlo, que reza que sí y luego que no...- negó con la cabeza y se puso la pluma detrás de la oreja mientras se alejaba arrastrando los pies con desgano. A los pocos pasos se detuvo, mirando nuevamente hacia arriba.

- Pero debo decirte, Dios, que si yo fuera tú, también me habría tomado estas vacaciones permanentes.- Y, sonriendo tranquilo, echó a correr hacia el parque.

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